ATLIXCO VIGILANTE DE SU NUEVO GOBIERNO

 Hoy ascendió al gobierno municipal Ricardo Camacho Corripio, de quien se espera que no repita la actitud  de un gobierno saliente autoritario y controvertido, sino que esté a la altura de la expectación de los votantes con la determinación de borrar los errores del que se va: que abusó de un poder municipal, con cerrazón hacia sus colaboradores, de sus  propios correligionarios y de algunos sectores de la sociedad.

Ricardo Camacho Corripio, debe generar en su gobierno no únicamente credibilidad sino estabilidad ante una administración de coalición, que tendrá sus propios intereses y repudios ante la antes oposición panista, hoy en el poder.

 Debe  demostrar que no será igual o peor que sus antecesores que manejaron un  poder absolutista,  casi virreinal, como el que también ejerció Mario Marín Torres, quien se coludió con el sector empresarial poblano de manera obscena, agraviante y ratera mente, en alianza con su equipo para saquear el erario del estado y dejarle una deuda por más de 9 mil 500 millones de pesos y una riqueza personal que lo ubica como el cuarto más rico de México, y obviamente protegido por la impunidad.


Es necesario que Camacho Corripio concientice a su equipo de la responsabilidad que tienen ante la comunidad y no sean nada más trepadores al poder, con el abuso y privilegios que tienen hastiados a los habitantes de este municipio.


Los atlixquense esperan de su alcalde que  haga un buen gobierno, con integridad y transparencia en las finanzas públicas, con una administración representativa,  que lleve a cabo una reactivación económica a través de incentivar a la iniciativa privada mediante acuerdos para la creación de  empleos, pero sin permitirles el lucro excesivo y canonjías  a que están acostumbrados, sino con  beneficios recíprocos entre empresa , trabajadores y consumidores. Y como resultado habrá una recuperación económica acorde a las necesidades actuales y prioritarias de nuestra sociedad, con ello logrará credibilidad y respeto y avanzará  en la exclusión del odio y repudio hacia todo gobernante que lapida las finanzas del erario público y no hace la tarea para lo que fue elegido.


 Además, pulsar el enojo ciudadano para  corregir  las acciones de un pasado mal gobierno, asimismo aunado a la estabilidad económica intensificar la seguridad,  porque eso disminuiría el flagelo que agravia a nuestra sociedad que es la delincuencia común, el crimen organizado y narcotráfico.

Desde este espacio le deseamos lo mejor, que tenga la capacidad y el deseo de discernir entre lo que es justo e injusto, lo que es honesto y deshonesto, lo que es necesario e innecesario en su administración, lo que es uso y abuso del tesoro de la sociedad de Atlixco; que el erario que tiene a su resguardo lo invierta siempre en bien de la comunidad y no al bolsillo de nadie y con el criterio del beneficio siempre para toda la sociedad, tanto para los marginados, como para la vapuleada clase media que no cuenta con ningún  apoyo como los pequeños y medianos inversionistas que pueden crear empleos. 

Esperamos que no haya mayor enriquecimiento a la sombra  del amiguismo hacia su persona o al de su equipo, ni tampoco  nepotismo,  abuso de poder,  tráfico de influencias y  alejamiento del pueblo, porque hoy la sociedad está más vigilante.

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